LA CONSTRUCCIÓN DEL ÉXITO Y DEL FRACASO
PERRENOUD
Para enseñar, el maestro convierte el plan de estudios en lecciones, ejercicios, actividades, situaciones de aprendizaje. La función declarada de la evaluación formal consiste en estimar el grado de dominio del curriculum.
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La noción de CO, en sentido estricto, se refiere a condiciones y rutinas de la vida escolar que originan regularmente aprendizajes ignotos, ajenos a los que la escuela conoce y declara favorecer.
Jackson identifica el CO con las rutinas cotidianas, que en el funcionamiento de la clase y del establecimiento escolar, hacen que los alumnos aprendan, generación tras generación, a vivir en un ambiente superpoblado, a ser juzgados constantemente por profesores o compañeros e incluso, a obedecer a quienes detentan el poder.
Eggleston, señala siete tipos de aprendizajes, que favorecen regularmente el funcionamiento de la escuela, sin que aparezcan entre los objetivos oficiales de la enseñanza.
1.- se aprende a vivir dentro de una masa, concentración de individuos en un espacio relativamente exiguo, implica vivir siempre bajo la mirada de los demás, se aprende también a aislarse, a no prestar atención a tolerar interrupciones, a diferir de los deseos personales o renunciar a ellos (deseo de hablar al maestro o a otros alumnos, de moverse, de comenzar a interrumpir una actividad, de obtener ayuda o utilizar un recurso escaso).
2.- se aprende a matar el tiempo, a esperar, se aprende la paciencia, se soporta esperar.
3.- se aprende a dejarse evaluar por otros, no solo por el maestro, sino también por los condiscípulos.
4.- se aprende a satisfacer las expectativas del maestro y de los compañeros, mediante la evaluación u otros tipos de refuerzo.
5.- se aprende a vivir en una sociedad jerarquizada y estratificada, y a vivir en una desigual distribución del poder, y a la existencia de individuos o grupos con diferentes categorías.
6.- a controlar o a influir sobre el ritmo del trabajo escolar y sobre el progreso del programa, mediante diversas estrategias de distracción, plantear nuevas preguntas, pretender que no se entiende, no encontrar material necesario.
7.- se aprende a funcionar dentro de un grupo restringido, a compartir y emplear los valores y códigos de comunicación.
La cultura ilustrada es, en cuanto código común, lo que permite a todos los detentadores de ese código, asociar el mismo sentido a las mismas palabras, a los mismo comportamientos y a las mismas obras, y recíprocamente, expresar la misma intención significante mediante las mismas palabras, los mismos comportamientos y las mismas obras, se comprende que la escuela, es encargada de transmitir esta cultura, constituya el factor fundamental del consenso cultural como participación del sentido común, que es la condición de la comunicación.
Aprender el oficio de alumno:
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Estos dos tipos de aprendizaje no se oponen, uno se refiere a la vida del alumno y los otros a la vida adulta, porque aprendiendo el oficio de alumno, se aprende también el de ciudadano, actor social o asalariado.
Como organización, la escuela tiene sus propias aspiraciones culturales. La excelencia escolar, como una de ellas, definida en abstracto como la apropiación del curriculum formal, se identifica muchas veces en la práctica, con el ejercicio cualificado del oficio de alumno. ¡Tener éxito en la escuela, supone aprender las reglas del juego! Lo que deben aprender los alumnos, para desempeñar adecuadamente su oficio: tres ejemplos -aprender a leer y a escribir; la construcción del número, el dominio de las operaciones aritméticas y del sistema métrico; la necesidad de aprender a aprender.
La cultura escolar, comprende los saberes o saber hacer, costumbres y actitudes que no pertenecen en si, ni a la escuela ni a las personas de la escuela. La definición de la cultura escolar, supera al sistema de enseñanza, aunque sea el lugar privilegiado, no solo para su transmisión sino para su práctica.
El trabajo escolar, se concibe como conjunto de rutinas de actividades rutinarias:
1.- momentos de evaluación formal.
2.- deberes para casa.
3.- ejercicios individuales.
4.- tareas discursivas menos estructuradas.
5.- situaciones de investigación.
6.- participación en clases y discusiones colectivas.
7.- trabajo en grupo.
Para el maestro, en el trabajo diario, el buen alumno no es solo el que domina el curriculum, sino también el que se compromete con las actividades propuestas o impuestas, y respetas las reglas. A estos criterios de excelencia se añaden otros:
1.- respeto a las convenciones y normas de presentación, escritura, confección y corrección, guardar las formas.
2.- respeto a las reglas de cooperación y comunicación, el trabajo escolar no es solitario, está destinado al maestro, a veces a los padres o a los demás alumnos, se desarrolla en el seno de un grupo cuyo funcionamiento depende de la disciplina de cada uno.
3.- compromiso con la tarea, interés, perseverancia, esfuerzo, participación.
En cuanto al trabajo escolar, su principal razón de ser, consiste en favorecer o consolidar los aprendizajes. En la práctica, tiene también la función de ocupar o disciplinar a los alumnos. En la escuela, hacer un buen trabajo, consiste en realizar un trabajo que uno no ha escogido y por el que uno no tiene porque sentir mayor interés, consiste en razonar, escribir, calcular, dibujar, expresarse, leer permaneciendo constantemente bajo la mirada del maestro y de otros alumnos, en realizar un trabajo no retribuido, en gran medida impuesto, repetitivo, fragmentado y supervisado constantemente.
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