·        Pone de relieve el proceso de construcción de significados como elemento central del proceso de enseñanza/aprendizaje.

 

·        El alumno no aprende un contenido cualquiera (un concepto, una explicación de un fenómeno social o físico etc.), solo cuando es capaz de atribuirle un significado. El alumno puede aprender también estos contenidos sin atribuirles significado alguno, es lo que sucede cuando aprende de una forma memorística, siendo capaz de repetirlos o de utilizarlos mecánicamente sin entender en absoluto lo que se está diciendo o lo que se está haciendo. La mayoría de las veces, lo que sucede, es que el alumno es capaz de atribuir significados parciales a lo que aprende.

 

Construcción de significados: Ausubel, Novak, Hanesian, construimos significados cada vez que somos capaces de establecer relaciones sustantivas y no arbitrarias entre lo que aprendemos y lo que ya conocemos.

La construcción de significados implica igualmente una acomodación, una diversificación, un enriquecimiento, una mayor interconexión de los esquemas previos, al relacionar lo que ya sabemos con lo que estamos aprendiendo, los esquemas de acción y de conocimiento (lo que ya sabemos) se modifican.

El aprendizaje significativo, no siempre da lugar a la construcción de significados en muchas ocasiones el aprendizaje se limita a la mera repetición memorística.

Condiciones de significatividad: el nuevo material de aprendizaje, el contenido que el alumno va a aprender, sea potencialmente significativo, sea susceptible de dar lugar a la constitución de significados.

Condición intrínseca del propio contenido del aprendizaje, el contenido posee una cierta estructura interna, una cierta lógica intrínseca, un significado en sí mismo. Significatividad lógica.

Este contenido pueda asimilarlo, insértalo en las redes de significados (construidas en el transcurso de sus experiencias previas de aprendizaje), contenido potencialmente significativo desde el punto de vista psicológico.

Es necesario además, que el alumno tenga una actitud favorable para aprender significativamente, actitud favorable del alumno para relacionar el nuevo material de aprendizaje, con el que ya conoce, con los conocimientos adquiridos previamente, con significados ya construidos. Cuando la intencionalidad es escasa, el alumno se limitará probablemente a memorizar lo aprendido de forma mecánica y repetitiva.

Este aprendizaje realizado de forma significativa, es un aprendizaje que tiene un elevado valor funcional, es útil, que puede ser utilizado con relativa facilidad para generar nuevo significados.

El alumno construye significaciones al mismo tiempo que atribuye un sentido a lo que aprende, estas significaciones que construye a partir de lo que se le enseña, no depende solo de los conocimientos previos que posea y de su puesta en relación con el nuevo material de aprendizaje, sino con el sentido que se atribuye a este y a la propia actividad de aprendizaje.

Tres maneras de abordar o enfocar las tareas de aprendizaje:                      

 

1.- Enfoque en profundidad: disposición en realizar aprendizajes altamente significativos. Los alumnos muestran un elevado grado de implicación en el contenido, intentan profundizar al máximo en su comprensión y explorar las relaciones e interconexiones entre conocimientos previos y experiencias personales.

 

2.- Enfoque superficial: tendencia a realizar aprendizajes poco significativos, repetitivos o mecánicos. Los alumnos se preocupan ante todo por memorizar la información, atiende en forma estricta a las exigencias o instrucciones, no se interroga acerca de los objetivos o la finalidad de la tarea, se centra en aspectos parciales de la misma, incapaz de distinguir los aspectos esenciales de los accesorios o circunstanciales.

 

3.- Enfoque estratégico: intento de alcanzar el máximo rendimiento posible en la realización de la tarea mediante la planificación cuidadosa de las actividades, del material necesario, de los esfuerzos y del tiempo disponible

Los significados que finalmente construye el alumno son el resultado de una compleja serie de interacciones en la que intervienen al menos tres elementos: el propio alumno, los contenidos del aprendizaje y el profesor. Ciertamente el alumno es el responsable último del aprendizaje en la medida que construye su conocimiento atribuyendo sentido y significado a los contendidos de la enseñanza, pero es el profesor el que determina con su actuación, con su enseñanza, quien orienta esta construcción en determinada dirección.